Case #
2019.03
Así está acompañando Ouishare a Deluz y Compañía en su transformación teal-evolutiva
Ouishare y Deluz y Compañía, grupo de restauración sostenible, estamos trabajando juntos para hacer esta transformación desde lugares compartidos de propósito y plenitud, desde la colaboración, la co-creación y la puesta en común de la inteligencia colectiva de ambas organizaciones.
En enero de 2018 empezamos a acompañar a Deluz y Compañía, grupo de restauración sostenible, en su transformación hacia empresa teal-evolutiva. Hemos pasado muchas horas compartiendo conocimiento y visiones con Carlos y Lucía Zamora, sus Ceos, y con las 160 personas de más de 15 nacionalidades que forman el grupo Deluz. Trabajando juntos para hacer esta transformación desde lugares compartidos de propósito y plenitud, desde la colaboración, la co-creación y la puesta en común de la inteligencia colectiva de ambas organizaciones. Es un regalo diseñar la transformación teal-evolutiva de una compañía partiendo de estas premisas, muy conectadas con la esencia del libro ‘Reinventar las organizaciones’ de Frederic Laloux, una de las fuentes de inspiración de Ouishare y también de Deluz.
¿Qué estaba fallando en Deluz y Compañía?
Deluz y Compañía estaba pasando una etapa de crisis cuando llamó a la puerta de Ouishare. Un crecimiento muy rápido, con la apertura de 4 nuevos restaurantes en dos años, y un modelo de empresa jerárquica y vertical, donde las decisiones, las responsabilidades y el pensamiento estaba sólo en los de arriba, estaban desgastando la agilidad y la eficiencia de la empresa.
Los Ceos y directivos tenían cargas de trabajo imposibles de gestionar y estrés laboral, lo que les llevó a tomar decisiones equivocadas y fallar en inversiones importantes. Les faltaban espacios adecuados y tiempo de calidad para decidir con templanza. Además, los cambios que proponían para implementar en la empresa y en los restaurantes no se conseguían ejecutar, algo que les generaba mucha frustración. Los directivos que llevaban más tiempo en la empresa se agotaban y los recién llegados palpaban mucho pasotismo. De las 160 personas de plantilla había 50 que trabajaban con mucho compromiso, pero cada vez sufrían mayor desgaste y se quejaban de que el resto de las personas de la organización no trabajaba suficiente o no asumía responsabilidades. La comunicación interna no fluía. Los resultados económicos de los dos últimos años eran preocupantes y algunos restaurantes empezaban a estar en pérdidas. En 2017 experimentaron una bajada de ventas alarmante.
Deluz es una empresa con valores sociales muy sólidos: el 30% de sus trabajadores vienen de la exclusión social, la diversidad en edad, género y tendencia sexual de la plantilla es uno de sus signos de identidad, así como la conciliación laboral en un sector, el de la restauración, que habitualmente la vilipendia. Trabajan con productores ecológicos y de proximidad y la alimentación sana siempre está presente en sus cartas. Pero todos estos grandes valores no estaban llevando a los trabajadores hacia caminos mejores. Algo fallaba. Algo había que cambiar.
Un cambio cultural que hace aflorar la inteligencia colectiva de la organización
Y lo que estamos cambiando es esa cultura vertical y jerárquica, que estamos abandonando, por una cultura de la colaboración, donde los equipos de toda la organización trabajan con mayor autonomía y ponen toda la fuerza de la inteligencia colectiva grupal al servicio de Deluz y Compañía, gracias a los nuevos canales de participación que se han creado. Una cultura donde el conocimiento se comparte y se expande, donde la comunicación circula por todos los rincones y empapa e inspira a toda la organización. Un cambio cultural en el que estamos desaprendiendo maneras de siempre, con lo que eso cuesta, y que estamos llevando a cabo a pequeños pasos pero sin pausa. Pequeños pasos seguros.
Más de un año después del comienzo del cambio, en Deluz y Compañía:
- Los Ceos y cargos directivos tienen cargas de trabajo asumibles y más espacio para la creatividad y la toma de decisiones sosegada.
- La voz y las ideas de todos los trabajadores tienen espacio y lugar de desarrollo. Estos nuevos cauces de participación están provocando un incremento en la motivación, compromiso e involucración de las personas.
- Los proyectos que se decide poner en marcha se ejecutan porque han nacido desde la co-creación y la inteligencia colectiva de los equipos que los van a llevar a cabo y no desde la dirección de la organización, con las resistencias que esta nueva manera de hacer ahorra.
- Los empleados tienen mayor polivalencia funcional. Hay más trabajadores que se ocupan de tareas más allá de las suyas propias. Hay limpiadoras que están activando su mente trabajando en un equipo de reducción de costes. Hay camareros que están destinando parte de su tiempo laboral a participar en un equipo multidisciplinar enfocado en cómo vender más en el restaurante, aportando sus valiosas ideas porque nadie como ellos tiene el pulso del cliente.
- Hay menos críticas a los directivos, a los compañeros y a la propia empresa. Hay menos ambiente tóxico porque las personas están poniendo la energía en colaborar en proyectos comunes. Hay menos críticas a la espalda porque se han instaurado nuevos modelos de resolver conflictos, ya no se ocupan solo los directivos, y de darse feedback directo, tanto personales como grupales.
- La comunicación ha mejorado porque todos los trabajadores están conectados y se comunican en red gracias al uso de la plataforma Slack. El conocimiento se comparte y se expande. Las fuentes de inspiración para nuevos proyectos se han multiplicado.
- La compañía ha ganado en agilidad a la hora de tomar decisiones.
- En transparencia ya que se han compartido cada dos meses los resultados económicos de los restaurantes entre toda la plantilla.
- En implicación porque el 30% de los beneficios se ha repartido entre todos.
- Ha subido la venta de seis de los ocho restaurantes y los resultados económicos de cierre de año han mejorado significativamente.
- Y todas las personas que forman Deluz y Compañía quieren seguir con el viaje teal-evolutivo. Todos nos dicen que están experimentando un desarrollo personal muy fuerte y positivo. Están mejorando como trabajadores y también como personas. Son más felices.
¿Cómo estamos llevando esta cultura colaborativa a Deluz y Compañía?
Con intervenciones en formato taller, de entre 6 y 8 horas, co-creados con el equipo directivo y con empleados interesados en la materia, por los que están pasando los 160 trabajadores de la organización. Talleres en los que hay un mix de teoría, aprendizaje dinámico y ejercicios grupales en los que bajamos la teoría a la realidad práctica y diaria del negocio de Deluz y Compañía. Son sesiones de trabajo, en los que los participantes tienen un rol creativo, cuyas conclusiones son de aplicación inmediata a la realidad de la empresa. Con estos talleres, con la orientación que estamos dando a los Ceos en modos teal y con su fuerte implicación en el impulso del cambio, estamos creando un lenguaje común y una nueva cultura más humana, ágil, eficiente, innovadora y adaptada a los nuevos tiempos de cambio constante.
Ouishare está acompañando a Deluz y Compañía en:
- Un nuevo diseño de reuniones, espacios seguros, que dejan aflorar la inteligencia colectiva del equipo.
- La mejora de la comunicación y la transparencia de la organización.
- El impulso de la autonomía y la iniciativa de los equipos y trabajadores.
- La implementación de modelos de toma de decisión que fomentan la agilidad.
- El diseño de liderazgos al servicio y rotatorios de los equipos.
- El fomento del feedback entre compañeros, con la mirada puesta en la mejora constante, con técnicas de comunicación positiva y asertiva.
- La mejora de los procesos, con metodología Agile-Kanban.
La escucha permanente, la co-creación y el diseño de la transformación según surgen las necesidades de Deluz y Compañía están siendo claves en el éxito de este viaje teal-evolutivo. Viajar sin planes preconcebidos, sin mapas marcados. Y el camino sigue.
El próximo taller lo diseñaremos para que todos los trabajadores de Deluz co-creen los valores de la organización y marquen algunas líneas rojas que nadie debería traspasar. Seguimos trabajando en el desarrollo de una cultura compartida, que fomenta el compromiso de los trabajadores, la atracción de talento, la eficiencia, la agilidad, la innovación y que conecta con el propósito vital y la plenitud de todas las personas que forman Deluz. Porque la felicidad y el crecimiento personal también se pueden dar en los entornos laborales, en los que pasamos buena parte de nuestra experiencia vital.